El reto de la empresa ante la nueva realidad

¿En que situación se encuentran las empresas ante el nuevo escenario?

Tras la crisis mundial por la pandemia del COVID-19 se abre un nuevo escenario a nivel empresarial y laboral. La adaptación de las empresas y organizaciones a esta nueva situación que deja la pandemia es algo esencial si se quiere sobrevivir y sobre todo evolucionar.

Adaptarse al cambio ha sido siempre una de las principales inquietudes en las organizaciones y la gestión empresarial y no porque el cambio sea un elemento distintivo de la época en que vivimos. Es innegable que hoy en día el mercado laboral y profesional es mucho más dinámico, competitivo y exigente que el de años atrás. En las actuales circunstancias, la adaptación al cambio se ha convertido en una exigencia más que en una capacidad.

Un nuevo escenario, una nueva realidad

El coronavirus ha actuado como catalizador y está imponiendo una nueva realidad. La nueva normalidad, o como deberíamos llamarlo, la nueva realidad. Un conjunto de nuevos modelos de desarrollo económico, geopolítico, medioambiental, educativo y laboral entre otros, sin olvidarnos del tecnológico.

Diferentes factores, impuestos por la situación o las autoridades, aparecerán en el nuevo escenario al que se enfrentan las empresas. La vuelta a la actividad diaria y a los centros de trabajo se convertirán en un auténtico reto si se consideran las restricciones que se han de aplicar. Un escenario donde las empresas tienen que aprender a marchas forzadas, de manera ágil, con disciplina y sentido común, si no quieren ir desapareciendo.

Adaptarse o desaparecer

Nadie podía prever hace unos meses lo que estaba por venir, las medidas que se han tenido que tomar y la transformación que están llevando a cabo las empresas en su adaptación a la nueva realidad con confinamientos, toques de queda, reducción de horarios, espacios cerrados, aforos limitados, constantes protocolos de seguridad y salud, teletrabajo, etc.

Si nos hemos dado cuenta de algo es de que existe una concienciación y predisposición a adaptarse al cambio que antes no había.

Cada empresa tiene que volver a evaluar su gestión, sistemas y la evolución de hábitos de consumo post-Covid. Probablemente los clientes cuestionarán las elecciones cotidianas y cabe la posibilidad de que no vuelvan a elegir a las empresas con las que venían trabajando. Considerando esta posibilidad hay que volver a despertar su interés y para ello debemos preguntarnos si nuestros productos y/o servicios son los adecuados para esta nueva realidad y evaluar si siguen siendo productivos tanto para la empresa como para el mercado. La empresa se encuentra en un momento en el que los recursos se destinan a aquello que aporta más valor para el negocio.

Las empresas necesitan de propuestas de nuevas soluciones y las que no hayan apostado por una cultura de innovación están quedando fuera del juego. Ya es inaplazable que las empresas reaccionen y que recuperen la iniciativa para afrontar nuevos proyectos, donde la tecnología es un punto de apoyo necesario para conseguir quedarse y asentarse en este nuevo escenario.

La tecnología como aliada

La crisis del coronavirus ha provocado que tanto la sociedad como las empresas hayan crecido tecnológicamente en pocos meses lo que de otra manera hubiera implicado varios años.

La inmensa mayoría de los negocios, se han visto obligados a reinventarse o modernizarse para poder seguir en marcha durante esta nueva situación y adaptarse lo más deprisa posible a las nuevas medidas de distanciamiento social, como por ejemplo el teletrabajo o la formación online.

Para esta nueva etapa no existe una receta mágica con la solución. Hay que atreverse a probar nuevas fórmulas que rentabilicen nuestro valor como negocio.

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